jueves, 26 de julio de 2012

Los roles invertidos.

La música sonaba fuertemente, los parlantes estaban a punto de explotar y todos estaban en actitud de fiesta...menos Esteban, quien miraba fijamente a una mujer que se encontraba al otro lado del club. Ella se movía como un sirena. Sus piernas eran largas y delgadas. Tenia puesto un vestido negro bastante corto que combinaba a la perfección con su cabello del mismo color. Esta mujer bella bailaba con los ojos cerrados, sin parejo y con las manos en el aire. Era una imagen bastante seductora para Esteban. No podía para de mirarla, estaba hechizado.
Después de pensarlo y meditarlo por unos minutos, decidió acercarse a ella. Entre mas se acercaba, su corazón latía más y más rápido. Sus piernas empezaron a temblar, pero tenía que conocer a esa mujer. Era su misión. Al llegar a su lado, empezó a moverse con ella sin tocarla. Los dos, completamente conectados, bailaban sin hablar. La mujer lo miro con sus ojos claros. Al principio parecía sorprendida, pero después de unos instantes sonrió. Esteban, completamente elevado e hipnotizado por la belleza de la mujer olvido que su novia llegaría en cualquier momento del baño. Los dos bailaban sin decir una sola palabra. La mujer le toco el cuello a Esteban con sus manos fría y él la acerco a su cuerpo. Estaban tan pegados que parecían una sola persona. Sin pensarlo, Esteban se acerco para besar a esa mujer bella. Ella, de forma sutil, movió su cabeza y esquivo el beso de Esteban. Pero antes de que este sintiera como la pena caía sobre su pecho, se acerco a su oído y le susurro "La hora y el momento llegaran" A Esteban se le pusieron los pelos de punta. No sabia que hacer ni que decir. Sin pensarlo, le susurro "Puede que esta sea la hora y que este sea el momento, ¿no crees?" Ella se río de manera seductora y lo miro fijamente. Después de unos instantes, Esteban de nuevo se acerco para besarle sus labios perfectos. Esta vez, ella no se movió. Sus labios se unieron con una sincronía casi perfecta. Esteban no podía para de besar sus labios y de tocar su cuerpo esbelto. Ella se alejo un poco para poder parar y le agarro la mano. Lo jalo suavemente y le dijo "Vamos a un lugar más callado" Él la siguió sin inconveniente alguno.
Por alguna razón desconocida, empezó a sentirte mareado. Las luces viajaban lentamente y la música se hacia insoportable. Sus ojos estaban secos y se sentía cada vez más acelerado. Sus piernas se aguaban y no podía caminar derecho. Decidió sentarse en una de las sillas del club. "¿Qué te pasa?" Le pregunto la mujer. "Me siento un poco mal...no se que tengo" La mujer entendió lo que le pasaba y le dijo "Te lo advertí..." Ella se sentó a su lado y lo acaricio suavemente "Tranquilo, en unos momentos se te pasa el malestar...después se vuelve en una experiencia INOLVIDABLE" Esteban estaba tan perdido que no la estaba escuchando.
De repente, empezó a sentirse mejor. Tenia ganas de levantarse, cantar, bailar, reír y mas que todo besar a la mujer que se encontraba con él. Se levanto rápidamente y la levantó a ella. La música lo envolvía y no podía parar de bailar. Estaba pasando una noche increíble.

La luz brillante del sol entró por la ventana e hizo que Esteban se levantara. Este, se sentía horrible. No podía ni siquiera levantarse. Miro a su alrededor y estaba en una casa extraña. Se levanto rápidamente como pudo y salio del cuarto. "¿Hay alguien por ahí?" grito. Nadie respondió. Volvió al cuarto y se puso sus pantalones. Busco su celular, que debía estar dentro del pantalón, pero no lo encontró. Tampoco encontró su billetera.

Sin decir una sola palabra pensó: "Una mujer me drogo"


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