jueves, 15 de noviembre de 2012

Caminando hacia la tragedia.

Camila iba caminando por la carretera sin ningún tipo de precaución. Tenía sus audífonos puestos, la música a todo volumen y tan solo caminaba. Miraba a su al rededor, miraba las plantas, las luces, los arboles, los carros y las caras extrañas. Caminaba para relajarse, caminaba para no sentir más, para olvidar la situación en casa...caminaba para volver a sentirse cómoda. La brisa movía su cabello. Ella tan solo respiraba. Llegó a una esquina en la cual paró a cambiar la canción cuando por delante de ella un carro choco a otro. Camila alzó la mirada y lo primero que vio fue la cara desfigurada de una mujer agonizante aplastada en el vidrio de su carro estrellado.
Camila pálida, fría y temblorosa se acercó a la escena. Muchas personas se acercaban también. Una cara familiar se veía en el lado del pasajero del carro de la mujer agonizante. Esa mujer intentaba moverse, salirse del carro..pero sus piernas se encontraban incrustadas en él. Camila se acercaba cada vez más. Llegó una ambulancia, salieron los paramedicos y corrieron para ayudar a las victimas del accidente. Intentaban abrir la puerta del carro del lado del pasajero, pero ésta estaba atorada. El pasajero no se movía. Camila corrió para poder reconocer a ese rostro familiar. Cuando estaba lo suficientemente cerca, miro al pasajero...al darse cuenta quien era, su corazón se hundió...estaba aun más pálida, fría y temblorosa. 

Ese pasajero era su hermano y esa mujer agonizante aplastada en el vidrio de su carro era su madre.